Contacto: Triumph Rocket III


 

No todos los días tiene uno la suerte de probar la moto más grande del mundo, por precio y tamaño no será nunca una superventas y creo que veremos más bien pocas por la calle.

 

La Rocket III impresiona. La primera sensación al verla es difícil de olvidar. Lo que más llama la atención es el desmesurado depósito de gasolina, no tiene nada que ver con el de una moto normal, es casi el doble de ancho, y esto unido al enorme manillar y a la posición de las estriberas, hace que la postura sea algo como "que se quite el mundo, que voy yo".

 

 

 

Mi primera experiencia con esta moto fue un hermoso atasco en la Gran Vía de Barcelona, desde luego no es el el mejor terreno para mover esta mole, pero la sorpresa llega cuando a los pocos metros la moto se deja llevar de manera notable y acabas callejeando sin el menor problema entre los conductores que no dejan de mirar ese engendro enorme que aparece de repente.

 

Una vez se despeja el camino empiezan a aparecer las verdaderas virtudes de esta moto. Frena bastante bien, con un notable hundimiento de horquilla y un tacto raro por la postura del manillar que obliga a llevar los brazos muy abiertos, pero la frenada es más que respetable, ya no para una custom, sino también para una moto normal que no pese 340 Kg.

El amortiguador trasero es bastante seco y de recorrido reducido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La estabilidad es tan buena que a velocidades elevadas solo notas que el viento te quiere arrancar los brazos. Ver los 200 Km. de aguja es insultantemente fácil y en ningún momento aparecen meneos ni movimientos extraños.

 

 

Con un motor de 2.300 cc. es fácil pensar que las marchas cortas sobran, pero la realidad es todo lo contrario. Sobran bajos, pero el sonido del motor al pasar de 4.000 rpm. es realmente adictivo, y acabas conduciendo entre 4.000 y 6.000 solo por deleitar los oídos. A 2-3.000 vueltas el motor es suave y permite pasear de forma relajada sin casi ruido y cuidando al pasajero, que con el reducido asiento y la falta de asas donde sujetarse lo tiene realmente mal si el conductor se dedica a abrir el grifo.

Se nota la cilindrada, si aceleramos en vacío el motor sube de vueltas con cierta lentitud, y desciende también despacio, algo lógico con unos pistones medida "Olla Magefesa".

 

 

 

 

El comportamiento en curvas es sorprendente, con una distancia entre ejes que ronda el metro 80 cm. es sin duda alguna, una moto lenta y que pide a gritos trazadas redondas y sin brusquedades, pero es noble y permita un ritmo alto sin olvidar nunca las inercias de una mole de más de 400 Kg. con piloto. Eso sí, en cuanto la carretera se despeja y hay una recta donde abrir sin miedo, ¡¡agárrate!!, en segunda es fácil oír chillar el enorme donut  trasero de 240 mm. de anchura mientras los brazos luchan para no estirarse como una anuncio de Booooomer.

 

Me imagino esta moto con un asiento monoplaza, unos escapes más bonitos, y sobre todo...¡¡Abiertos!!.

 

En resumen, un armario, pero más divertido de lo que parece y sin duda a años luz en comportamiento que la mayoría de las custom.

   

  Triumph Rocket III 1:12 (Minichamps)