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HARLEY DAVIDSON

ELECTRA GLIDE

ULTRA CLASSIC

SCREAMING EAGLE.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Electra Glide Screaming Eagle es una moto pesada, de eso no hay duda, pero estoy seguro de que si imprimimos la lista de extras y accesorios que lleva, casi pesaría tanto como la moto en sí.

Esta moto es imponente, y no solo por su tamaño y peso, muy por encima de cualquier moto normal. La calidad de acabados, el equipamiento, los detalles...

Estamos ante una moto realmente especial y la verdad es que se nota desde el primer vistazo.

La Elctra Glide ya es una moto muy equipada, pero en esta versión, la marca ha echado el resto, comenzando con el motor de 103 pulgadas cúbicas (1,690 cc.) que comparte con la Fat Boy y que da un carácter mucho más alegrr de lo esperado a esta mole de 400 Kg.

 

 

 

 

Como el resto de las motos de la serie Screaming eagle, la Electra está fabricada por el departamento encargado de las series especiales (Custom Vehicles Operation) y su firma aparece en el cofre superior y en el depósito de gasolina. Un producto hecho a mano hay que firmarlo...

 

 

 

 

Al ver la moto en parado la verdad es que asusta. Por tamaño exterior hay pocas motos que le puedan hacer sombra, una BMW 1200 LT o una GoldWing parecen más estilizadas a su lado, y lo elevado del frontal acentúa esta sensación.

Afortunadamente, en marcha las cosa cambia, y mucho. La Electra no es un scooter, pero se deja llevar con más soltura de lo esperado, en incluso en curvas lentas sorprende por la facilidad de manejo, y sobre todo por la tremenda comodidad, tanto del piloto, como del pasajero.

Aún así, hay que olvidarse de cualquier conducción mínimamente deportiva y centrarse en disfrutar del viaje y del paisaje, que es para lo que ha sido pensada esta moto.

 

La Electra es la moto más cómoda de la marca. El asiento es enorme y muy mullido, aunque el pasajero queda muy encajonado entre el respaldo del piloto y el suyo propio, algo que hace incomoda la maniobra de subir o bajar a la moto.

Una vez en marcha disfrutará como un enano gracias al poco viento que le llegará y a la cantidad de juguetes que tiene a su alcance como el sistema de intercomunicadores o el mando independiente de volumen del equipo de música.

 

 

 

 

Ya que hablamos del equipo de música, hay que decir merece un 10.

Es un Harman Kardon ya conocido de la Electra Ultra Classic, con mandos en el manillar, intercomunicador integrado, emisora de moto a moto y posibilidad de integrar un navegador.

 Dispone de ranura para CD/MP3 en el frontal y la potencia de sonido es simplemente alucinante. Se puede ir a 180 Km/h escuchando perfectamente Gun & Roses con la visera del casco cerrada o abierta (ventajas del carenado). Si lo usamos en ciudad el espectáculo está garantizado, sobre todo si no nos cortamos con el volumen.

 

 

 

El carenado protege muy bien, incluso con la cúpula baja que equipaba la unidad de pruebas. Con la alta debe ser espectacular, y la calidad de la música se mantiene muy por encima de los límites legales.

Viendo el cuadro, nos podemos hacer una idea de que aprender a utilizar todo el equipamiento de esta moto puede llevar bastante tiempo.

 

Los deflectores de las piernas son de gran ayuda sobre todo cuando las temperaturas bajan, y como se ve a la derecha, incorporan dos guanteras muy útiles, aunque con un cierre bastante primitivo por clips.

 

 

La capacidad de equipaje está garantizada, tanto por las dos meletas laterales como por el cofre superior.

En las laterales el espacio es limitado, no cabe un casco ni siquiera tipo jet, pero por suerte el cofre superior es grande y caben dos integrales sin problemas. Está tapizado por entero en piel, y tiene detalles como la luz interior de leds para poder ver el interior de noche, interior que por descontado está enmoquetado por completo.

 

 

 

 

Pocas motos están tan bien equipadas para el invierno como esta, y no solo por el enorme carenado. Aparte de los puños calefactables regulables en seis posiciones, también equipa de serie un asiento calefactable en dos niveles y de forma independiente para el conductor o el pasajero.

¿Quien dijo frío?

 

 

 

La única pega del equipo de música es que enmascara el precioso sonido del motor.

Los escapes son bastante abiertos como es habitual en las Screaming eagle, y según casi todos los que probamos las motos, el sonido es el más bonito de las tres.

 

 

 

Harley monta unas cubiertas de larga duración, que por desgracia no dan confianza ninguna. Aunque te acabas acostumbrando a ellas, no permiten extraer ni la mitad de diversión que permiten estas motos.

 En el caso de la Electra, la potencia del freno delantero hace fácil bloquear la rueda, especialmente en mojado, y un sistema de frenos antibloqueo o un sistema de freno combinado le vendría como anillo al dedo.

En este punto, las motos custom siguen estando un paso atrás con respecto a las grandes tourer de concepto más moderno.

 

 

 

La iluminación nocturna está garantizada. Al faro principal de tecnología multiconvex, se le unen los dos faros laterales del mismo tipo.

 

 

 

 

 

Y como no puede ser de otra manera en una Harley, cromo, cromo y más cromo...

Las manetas, el manillar, los embellecedores, los puños, los escapes... Todo en esta moto brilla, y no solo por la capa de cromo, sino por la calidad de los detalles como el logo en relieve y el cuidado con el que ha sido diseñada cada pieza, muy por encima de lo habitual.

 

 

 

 

 

El equipamiento de la Ultra Classic es interminable; puños calefactados, asiento calefactado en varios niveles de potencia para conductor y pasajero, control de crucero electrónico, intercomunicadores piloto/pasajero, emisora de moto a moto, posibilidad de navegador en el propio equipo de música, todos los cromados imaginables, escapes más abiertos, pintura especial realizada a mano, etc.

La lista entera no cabría en esta página y no solo son accesorios, el motor es muy diferente al de la Electra Glide Standard y cuenta con pistones forjados de mayor diámetro, árboles de levas de más cruce, culatas especiales y múltiples mejoras que hacen que en marcha sea mucho más rápida de lo que aparenta.

 

En resumen, una "gran" moto con un concepto totalmente distinto al de las grandes tourer europeas y que está muy por encima de las custom habituales, sean japonesas o americanas, aunque por desgracia también lo está en el precio, muy por encima, tanto que dobla al de alguna de sus teóricas rivales. Es el precio de la exclusividad.