INICIO PRUEBAS MOTOTURISMO PINTURA DE MOTOS BRICOMOTO MODELISMO

Harley Davidson Electra Glide

Las motos de Milwakee han sido diseñadas para cubrir largas distancia en un país donde las limitaciones de velocidad son enfermizas y las distancias se miden en no en cientos, sino en miles de kilómetros.

La Electra es la moto más turística del catálogo Harley, en este caso la versión probada es la classic, que se diferencia de la versión Ultra Classic por no tener la maleta trasera.

La verdad es que la estampa de la moto es imponente, no solo por el tamaño que es muy respetable, sino por la cantidad de detalles cromados que luce. Aquí no hay plástico, todo es acero y por el peso de la moto, algo de plomo debe tener también.

 

 

 

 

 

Nada más subirte a la moto ya te deja las ideas muy claras: es una moto para pasear, las Harley más deportivas ya permiten pocas alegrías, así que imaginaos un tanque como este.

 

Para tratarse de una moto de 330 Kg. en vacío, se maneja en parado mucho mejor de lo que aparenta, sobre todo gracias a la reducida altura del asiento. Pese a ello, que nadie se engañe, hay que tratarla con cuidado y tener el peso siempre presente para evitar una situación embarazosa. No se si una sola persona podría levantarla bien desde el suelo, pero preferí no probarlo.

 

 

Afortunadamente, alguien el Harley ha pensado en esto y sabiamente han incorporado un mecanismo de bloqueo de la pata de cabra que evita que si por descuido la dejamos a medio recorrido se pueda plegar del todo tirando la moto.

Menos mal, porque el acceso a la pata de cabra es bastante incómodo.

 

La estampa de la moto lo dice todo: cromados por doquier, aspecto clásico, y el genuino sonido Harley, aunque en este caso demasiado amortiguado por los escapes de serie.

 

La verdad es que buceando un poco por los detalles,  descubriremos una moto con mucha más tecnología de lo que aparenta, Harley mantiene el aspecto clásico, pero no se duerme en tecnoloigía.

 

El motor es el clásico Big Twin de 1338 cc. subido hasta 1.500cc. y actualizado con una inyección electrónica muy bien resuelta que le da un carácter increíblemente suave. Pensad que los dos cilindros de esta moto se parecen más a una olla express que a un pistón habitual en una 1000.

Es increíble como se puede circular con un hilo de gas sin el más mínimo tirón y sin que importe si lo hacemos a 1.500 o a 4.000 rpm. Ir más allá de este régimen es perder el tiempo, el par motor es muy abundante y es un motor diseñado para circular “potato-potato” sintiendo las pistonadas.

 Al estar montado de forma elástica en el chasis las vibraciones solo son notables al ralentí,  en marcha pasan casi desapercibidas.

 

 

Algo curioso es que con el calor de un atasco la inyección corrige el avance de encendido y entonces sí que hay un buen terremoto de vibraciones.

Alguien acostumbrado a una Harley rígida diría que esto no son más que mariconadas, pero bueno…

En marcha la moto es muy cómoda, no podía ser de otra forma.

La protección es buena, excepto al nivel del casco debido a la pantalla baja que equipaba esta unidad. Con la pantalla alta la cosa será muy diferente.

Esta moto venía equipada con el sistema de sonido original de Harley, desarrollado por Arman-Kardonn y que funciona a las mil maravillas.

Los altavoces están integrados en el frontal del carenado y los mandos de volumen y búsqueda de emisoras se encuentran en la parte baja de las piñas de conmutadores, siendo utilizables con el pulgar de forma muy intuitiva, algo que no sucede con las piñas de conmutadores que requieren de un tiempo de adaptación.

 

Personalmente la posición del intermitente derecho no acaba de convencerme al estar situado en la piña de ese mismo lado y por que interfiere en el uso del acelerador.

El resto de mandos son cómodos de actuar y sorprende que la maneta de embrague está más blanda que muchas otras motos. La fama de rompetendones de las Electra anteriores ya no es aplicable aquí.

 

Las estriberas del pasajero son muy amplias, pero nada que ver con las enormes plataformas con que cuenta el piloto, y que incluyen una palanca de cambio con punta-tacón que resulta muy cómoda y a la que cuesta muy poco acostumbrarse.

 

 

 

Siempre que circulemos al ritmo de paseo para el que se ha diseñado esta moto no echaremos de menos más motor y casi diría que tampoco más frenada, aunque si alegramos un poco el ritmo de viaje cuesta detener tanto peso. Delante tenemos un doble disco con pinza de dos pistones, pero siempre hay que tirar fuerte con el freno trasero si queremos parar a tiempo. A diferencia de la mayoría de las motos de turismo actuales, aquí no hay ni ABS ni frenada dual.

 

Las maletas son de tamaño reducido si las comparamos con lo habitual en el mercado, son amplias pero muy estrechas y si queremos guardar un casco hay que recurrir al top case que se sirve en opción. El sistema de apertura es cómodo y se puede manipular con una sola mano. La llave es tipo tubular y es la misma del contacto, en el que no es necesario que esté le llave insertada para arrancar la moto, se puede dejar en modo de marcha sin la llave.