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Esta ruta no es solo una, pueden son cientos ya que las variaciones son casi infinitas. Desde Pamplona hasta Perpignan, el esta zona nos brinda cientos de kilómetros de rutas reviradas por los  parajes del Pirinao Navarro, el de Huesca y el catalán.

 

 

La ruta propuesta sale de Pamplona dirección Huesca bordeando el Pantano de Yesa para desviarse pasado Puente de la Reina dirección Anzánigo, el camping motero por excelencia y punto de reunión habitual para ver los Grandes Premios de Motociclismo.

 

Después, dirección Barbastro y desviándonos por la Sierra de Guara para disfrutar de las pequeñas (y estrechas, ojo con los vehículos de frente) carreteras de esta zona.

 

 

Desde Alquezar podemos salir dirección Ainsa. La ruta es muy lenta y conviene dejar mucho margen ya que los vehículos de la zona no van precisamente despacio.

 

 

 

 

 

No podemos dejar de pasear por las estrechas callejuelas de este pueblo medieval, y por descontado hay que visitar la colegiata fortificada que domina desde su posición elevada toda la zona.

 

Las vistas de los cañones son impresionantes desde su muralla.

 

Por esta zona las carreteras son muy pequeñas, y el asfalto está bastante castigado, pero merece la pena por la calidad de los paisajes y la variedad de fauna que podemos ver, especialmente rapaces como buitres o águilas, muy habituales por aquí.

Alquezar 

 

 

Ainsa

 

Desde Ainsa, donde la carretera ya es mucho más rápida, la ruta pasa por Campo y Castejón de Sos discurriendo por los desfiladeros del río Esera que corta la montaña dejando unas paredes de piedra a los lados que ponen los pelos de punta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las prisas hay que dejarlas en casa para disfrutar del paisaje parando las veces que sean necesarias.

Castejón de Sos

 

 

 

Desde Castejón y dirección Pont de Suert y La Pobla de Segur, la carretera se abre y las curvas permiten un ritmo mucho más alegre, aunque hay que tener mucho ojo con la Policía Autónoma que se toma muy en serio su trabajo y no permiten bromas.

 

 

 

 

                       

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En Sort comienza el del Comte, una larga sucesión de curvas y más curvas con un paisaje precioso a los dos lados de la carretera.

 

Ojo si es la primera vez que vamos por esta ruta, algunas curvas tienen trampa y se cierran mucho más de lo que aparentan. Afortunadamente el asfalto es bueno en casi toda la ruta, excepto algunas ondulaciones longitudinales que pueden hacer perder la trazada en la última parte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al acabar el Port del Comte la ruta se separa y queda Andorra y Francia a la izquierda y Barcelona o Lleida por la derecha. Si aún nos quedan ganas de curvas  podemos dar el último toque y salir dirección La Seu de Urgell para llegar a la famosa Collada de Tossas, una maravillosa carretera de curvas bien conocida por los moteros de la zona y que no tiene desperdicio.

 

 

 

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