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Fabricación de un alerón para el Top Case.

 

Honda tiene un alerón específico para la ST 1300. Lleva una luz de freno incluida y sale por el módico precio de 320 euros.

Si como a mi, te parece una salvajada pagar eso por un trozo de plástico con lucecitas, tienes otra opción, un poco más laboriosa, pero mucho más barata:

 Hacértelo tu mismo.

 

 

 

El primer paso fue comprar un alerón de una GoldWing 1800 en Ebay. Al llegar resultó ser para la 1500 con lo cual era algo más grande de lo previsto y habría que modificarlo más profundamente. Aún así, por el precio que ha salido (no llega a 50 euros con portes incluidos) merece la pena.

El alerón esta nuevo y viene con todos los componentes necesarios para sus instalación, en una GoldWing, claro...

 

 

 

Para no estropear el alerón original decidí hacer un molde y duplicarlo. Este proceso ya lo había hecho varias veces con fibra de vidrio, pero en este caso la idea es duplicarlo con espuma de poliuretano para que sea macizo como el original, así que en vez de hacer el molde en fibra de vidrio, lo hice en escayola.

Los materiales necesarios son muy baratos y tenemos la ventaja de no estropear en absoluto el alerón original.

Un kilo de escayola en polvo, una bobina de tela de escayola, un bote para hacer las mezclas y jabón en crema que usaremos como desmoldeante.

Si queremos hacer un molde más grande es recomendable usar también algo de estopa para dar más consistencia al molde y evitar que se rompa.

Este proceso es adecuado para piezas qua vayamos a modificar más tarde.

 Para una pieza idéntica a la original deberíamos hacer un molde en dos mitades, para que se pueda sacar la pieza original del interior sin romper el molde.

 

El primer paso es untar bien el original con la pasta de jabón. Con ello evitaremos que se quede pegada la escayola. Se puede usar un desmoldeante en spray, pero el jabón es mucho más barato y funciona a las mil maravillas.

La escayola en polvo la mezclaremos con una pequeña cantidad de agua, lo justo para que adquiera una consistencia adecuada para aplicarla a brocha.

En este paso hay que señalar que no estamos pintando, debemos aplicar la escayola sin dar brochazos para evitar remover el jabón ya que se podría quedar pegado al alerón.

 

Con la brocha iremos cubriendo toda la pieza teniendo en cuenta la forma de esta, para dejar sin escayola la zona suficiente para poder sacar después la pieza sin romper el molde.

En piezas complicadas, o si vamos a hacer una pieza en fibra de vidrio se puede hacer el molde en dos piezas, poniendo una lámina de plástico alrededor de la pieza que hará de separación entre las dos partes del molde.

 

 

 

Una vez cubierta toda la pieza con la pasta, daremos una segunda mano para que tenga más consistencia.

Recordad que el mayor enemigo de los moldes son las burbujas, hay que evitarlas a toda costa. Si no lo hacemos, la pieza duplicada saldrá con imperfecciones que habrá que eliminar después.

 

 

 

 

Cuando la pieza esté ya recubierta, reforzaremos toda la estructura con la tela de escayola humedeciéndola con la brocha.

Esto evitará que el molde sea quebradizo, le dará más resistencia y además permitirá que en caso de grieta o rotura las dos partes permanezcan unidas y sea más fácil de reparar.

 

 

Aquí vemos el molde casi seco y del revés.

Yo acostumbro a sacar la pieza original antes de que se seque del todo el molde, así es más fácil desmoldearla.

 

 

 

 

 

Una vez desmoldeada la pieza original todo el daño que ha sufrido es una mancha de jabón, fácilmente eliminable con agua caliente.

Ahora es el momento de reforzar todo lo posible el molde con más escayola, y esta vez la prepararemos más espesa para que se seque antes y sea más fácil de aplicar en capas gruesas.

 

Interesa que el molde sea rígido de cara a poder reutilizarlo varias veces, pero en este caso se rompió al sacar la pieza.

Aquí se ve el alerón con la masilla usada para eliminar los fallos más gordos de la fibra, y a la derecha con una capa de aparejo de alto espesor para que no se noten los más pequeños.

 

Y por fin la capa de color rojo y el barniz, en este caso un barniz con partículas de efecto metalizado a juego con el resto de la moto.  

 

Y por fin acabado y montado.

 

Y para mejorar la visibilidad nocturna se han colocado en las maletas y en el top case unos reflectantes rojos y blancos, que junto a la luz de freno y los intermitentes de las maletas dan mucha más seguridad a la hora de rodar de noche.

 

Trabajar con fibra de vídrio es más laborioso de lo que aparenta. Una de las páginas que más útil me ha sido es al del Motoclub Los Birrias. Tienen una magnífica web con explicaciones y procesos paso a paso.

Muy recomendable.

Motoclub Los Birrias