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Pulido de piezas.


 

Las piezas de aluminio de las motos de serie están normalmente pintadas para abaratar costes. En alguna moto van pulidas, pero solo en contadas ocasiones y en piezas muy visibles. Normalmente estas piezas van barnizadas con un barniz transparente que las protege.

 

Para mejorar el aspecto de estas piezas podemos pulirlas a mano. No es caro, pero la cantidad de tiempo que hace falta hace que a veces merezca la pena mandar la pieza a un profesional. Es un proceso fácil, pero muy lento y pesado.

 

El primer paso es desmontar la pieza para poder manejarla con comodidad, en el caso de pulir el chasis o el basculante puede ser mejor hacerlo con la pieza montada, a no ser que seas campeón del barrio de puzzle.

 

 

 

 

La pintura usada en las piezas que no están pulidas suele ser muy gruesa para tapar los defectos de la fundición y dar un acabado más liso.

 

 

 

 

 

Una vez desmontada la pieza hay que quitar la pintura aplicando una capa abundante de decapante, a ser posible en gel. El gel tiene la ventaja sobre el decapante líquido de que al no escurrir, actúa más tiempo y es más efectivo. Se aplica a brocha y siempre con cuidado, es muy agresivo y quema la piel con facilidad.

 

 

Aquí se ve la pieza con la capa de decapante actuando. Es conveniente dejarlo varias horas y repetir el proceso hasta eliminar toda la capa de la pintura.

 

 

 

 

 

Una vez seco el decapante lo retiraremos con un papel y limpiaremos la pieza con disolvente. Si quedan restos de pintura repetiremos el proceso las veces que haga falta. Antes de que el decapante se seque del todo podemos ayudar con un destornillador o algo similar que sin arañar la pieza, nos ayude a quitar la pintura cuando aún está blanda.

 

 

Los restos de pintura salen bastante bien con una cuchilla o un destornillador, siempre cuidando de no dañar la pieza.

 

 

 

 

 

Según lo bueno que sea el molde habrá más o menos rugosidad.  Estas piezas se funden en moldes de arena y el acabado suele ser bastante malo. En el caso de esta pieza era un desastre.

Para eliminar este aspecto rugoso hay que lijar con una lijadora y lija de grano medio (200 o 400) e ir usando cada vez una lija más fina para ir logrando un acabado liso y sin bultos ni poros. Para los rincones difíciles es conveniente usar un microtaladro con fresas de diferente grano o lijar a mano y con paciencia.

 

Notas sobre lijas.

 

Cuando la pieza está completamente lisa (de lo contrario el pulido no será efectivo y quedarán marcas) es el momento de asegurarla bien para que no se mueva.

Para pulir usaremos un taladro y una bonete de tela de algodón. Es conveniente que el taladro sea de buena calidad, corremos el riesgo de quemarlo. Hace falta mucho rato de pulido para conseguir un buen resultado. Hay que usar pasta de pulir para no dejar marcas sobre la pieza y para que el bonete deslice bien.

 

Es necesario presionar bastante para que el algodón haga su trabajo, pero sin pasarnos para no machacar el rodamiento del taladro. Hay que cambiar de zona a menudo para evitar recalentar la pieza y también dejar descansar el taladro de vez en cuando por el mismo motivo. Cuidado con el portabrocas, si roza la pieza hará una marca muy difícil de eliminar.

 

Cuando la pieza ya está algo pulida se puede usar un bonete de espuma con una funda de tela de algodón. Es más suave y da más brillo que la broca de pulir.

 

 

 

Hay kits de pulido disponibles en el mercado por poco más de 12 euros.

 

Incluyen un bonete de pulido, uno de abrillantado y dos tipos de pasta.

 

 

 

 

Esta es la parte más laboriosa del proceso.

 

 

 

 

 

 

 

Paciencia. Hará falta mucho tiempo hasta que la piezas brille en condiciones. Cuando el brillo vaya apareciendo pasaremos a usar un pulimento más suave hasta que quede como un espejo.

Aviso, en este paso el giro del taladro hará que toda la habitación quede llena de restos de pulimento y de algodón que salen despedidos al pulir.

 

 

 

Una vez pulida el acabado es espectacular.

 

 

 

 

 

 

 

 

Por fin montada. Ahora merece la pena el esfuerzo realizado.

 

 

 

 

 

 

 

El pulido durará más o menos dependiendo de la calidad del aluminio. Si queremos que sea permanente tendremos que darle una capa de barniz protector. Lo ideal es que sea un barniz especial para aluminio, pero la dificultad de encontrarlo y el hecho de que el secado sea a más de 200º C, desaconseja su uso por no profesionales, mejor usar un barniz convencional.

 

  Notas sobre pinturas.