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Notas sobre pinturas.

 

 

La pintura es esa cosa de colores que vive dentro de un bote, y que lo pringa todo cuando lo abres.

 

Aparte de eso, conviene tener una idea básica de los tipos de pinturas que hay, al menos de los que se suelen usar en las motos.

 

A grandes rasgos y sin entrar en detalles para no ponerme muy pesado, podemos distinguir entre dos tipos de pinturas: de uno o de dos componentes. La diferencia entre ellas es que las primeras solo necesitan añadir un poco de diluyente y se secan al cabo de un rato, y las segundas necesitan añadir, además del diluyente, un endurecedor.

 

 

 

La mayoría de las motos se pintan con pintura bicapa, se llama así ya que es necesario dar dos capas, una del color que queramos y otra de un barniz transparente encima para proteger la primera capa. Si no aplicásemos el barniz, la pintura quedaría casi mate y se estropearía si le cae gasolina o cualquier producto químico encima.

 

Estas pinturas se pueden repintar una vez secas sin problemas, lo que permite dar varias capas con colores diferentes y hacer un diseño a medida. También se pueden lijar si hay fallos o si ha caído polvo al pintar.

 

La única manera de aplicarlas es usando una pistola de aire comprimido, la brocha y el rodillo quedan para pintar las paredes de casa, y NO, una CBR no quedaría bien con gotelé.

 

Las pinturas de dos componentes (en realidad son tres si contamos el diluyente) se llaman también monocapas, por la misma razón de antes. Es necesario añadir una cantidad de endurecedor para que se sequen y tardan bastante más en hacerlo que los bicapas. Un problema que tienen es que una vez añadido el endurecedor solo tenemos unas horas para poder pintar, la pintura se va endureciendo con el tiempo y al cabo de un rato será una pasta.

 

Cuando compremos una pintura debemos pedir la ficha técnica. En ella aparecen todos los datos de la pintura, el tipo de diluyente y la cantidad que hay que poner, si hace falta endurecedor y cuanto, la mayor parte de las veces también lo pone en el bote.

 

La mayor parte de los fabricantes de pintura tienen un catálogo de colores (carta de colores) que permite saber la cantidad necesaria para sacar cualquier color del mercado con solo un vistazo. Esto se denomina "sistema tintométrico" y consiste en una serie de formulas donde se almacenan los datos, y una máquina que hace la dosificación de forma automática en la cantidad que le pidamos.

 

 

 

 

 

 

Los monocapas casi solo se usan cuando queremos hacer un trabajo rápido, por ejemplo con fibras de circuito que se van a arrastrar a la segunda tanda, el acabado es peor que los bicapa, pero son mucho más rápidas de pintar ya que nos ahorramos dar barniz encima. Aguantan que les caiga gasolina encima sin mayores problemas.

 

El barniz es una pintura de dos componentes (también los hay de uno, pero no es recomendable su uso en motos) que no tiene color, es transparente. Se usa igual que los monocapas, necesita añadir el mismo endurecedor y también se estropea en un par de horas si no lo aplicamos.

 

El barniz se aplica encima de los bicapas y es la última fase del trabajo, si la cagamos aquí hay que volver a empezar desde cero.

 

Para lograr un acabado muy brillante no basta con echar barniz a lo animal, es mejor dar varias capas dejando un tiempo entre ellas, dando pasadas cortas con la pistola y esperando a que aparezca el brillo deseado. El barniz suele ser bastante espeso, esto hace que cuando pintamos parezca que no brilla, pero al poco rato se nivela la superficie y parece un espejo. Si nos pasamos, el barniz resbalará por la pieza en forma de gotas y es muy difícil de corregir.

 

Si vais a trabajar con piezas usadas, os encontraréis en muchas ocasiones con la necesidad de aplicar imprimaciones o aparejos para preparar las superficies.

 

A grandes rasgos, una imprimación es un producto que se aplica antes de la pintura para mejorar la adherencia de una superficie o para evitar que la pintura la dañe. Si además la superficie es irregular y necesita eliminar defectos como rayas de lijado, arañazos o similar, usaremos un aparejo, un tipo de imprimación con más cuerpo y que se puede lijar una vez seca.

 

Los aparejos cubren defectos ligeros, si el defecto es más grande será necesario igualar previamente con masilla. Ojo con el uso de masillas en depósitos o superficies metálicas, la mayoría de las masillas están fabricadas con poliester y este material necesita una preparación previa con una imprimación fosfatante, ya que favorece que el metal se oxide.